lunes, 27 de abril de 2009

Apenas un empate...


Atlanta igualó 1 a 1 como visitante frente a Almirante Brown en un partido correspondiente a la 37º Fecha del Campeonato. Abrió la cuenta Almirante por intermedio de Cardoso a los 12 minutos del segundo tiempo, Sin embargo el Bohemio igualó a los 30 con un tanto de Miguel González, de tiro libre. El empate complica al conjunto de Agüero, que necesitará ganar al menos sus partidos de local para ingresar al reducido. La próxima fecha Atlanta recibirá a Nueva Chicago, el sábado a las 12. Usted lo va a vivir en Corazón Bohemio, desde las 11.30, por AM 690. También puede escuchar la trasmisión por la Web: http://www.myspace.com/k24radio
Igualmente no te pierdas este miércoles de 20 a 21 nuestro programa!!!

domingo, 19 de abril de 2009

Así se puede


Atlanta superó como local a Defensores de Belgrano por 2 a 1, en un partido correspondiente a la 36º Fecha del Campeonato. Sebastián Matos abrió la cuenta cuando apenas se jugaban dos minutos de comenzado el encuentro y Ricardo Romeo aumentó la ventaja a los 22, también de la primera etapa. Sergio Comba descontó para el "Dragón" cuando ya finalizaba el partido. Con esta victoria el Bohemio sube en las posiciones y aumenta sus chances de ingresar en el Reducido. La próxima fecha Atlanta visitará a Almirante Brown,en día y horario a confirmar, con transmisión de Corazón Bohemio media hora antes de que comience el partido. No te pierdas este miércoles, de 20 a 21 el programa de Corazón Bohemio, por AM 690, con el mejor análisis de nuestros periodistas.

sábado, 18 de abril de 2009

Néstor Errea, por Enrique Martín


Tarzanes como Rocha, Buttice, Miguel Ángel Sánchez, Reggi o Campi; anguilas voladoras como Claudio Vacca o Feliciani, intuitivos como Biasutto, Carnevali o Parsechian. Arqueros de Atlanta para todos los gustos, y una memoria selectiva que suele olvidar al inventor de una escuela: al que archivó la gorra y las rodilleras, el primero que salió de paseo hasta la mitad del campo, que ordenó con el índice arriba, que descolgó el centro con una mano, el que hizo vista a todos los pelotazos y se burló de los colegas escondidos en la línea y de los revolcones al cuete. Y no, qué quiere que le diga, no estamos hablando de Hugo Gatti, que también surgió en el club, pero que nunca lo quiso (ni antes ni ahora).

Estamos hablando del creador de un estilo, el verdadero creador, el sello original. Y no, no fue Amadeo, que solía fruncirse en las difíciles. Estamos hablando de la marca registrada. El primus entre pares, el dueño de la patente, código propio y personalidad inviolable. Allá está, trepando desde Sacachispas hasta la gloriosa Copa Suecia; devolviendo un zurdazo como látigo de contragolpe; allí está, la contracara física del Gordo Rocha; el dueño de los tres palos en la mudanza de la vieja canchita de al lado, a ésta, que ahora también cambió su ropa de madera por presente cementado; el propietario del número 1 durante tres temporadas que siempre obligan a la nostalgia: 59, 60 y 61. Atlanta mirando la punta de la tabla en primera división; la valla menos vencida (como se decía antes); el guiño de Osvaldo Zubeldía al pibe que hacía visera con la mano en la raya del área grande; el arbolito que parece frágil pero siembra las raíces de aquellos claveles y de una catarata de triunfos contra Boca, River, Racing, Independiente: contra todos.

Gesto de pocos amigos, el Flaco, serio e indiferente, pinta de galán francés en los años sesenta. El poseedor de la llave del colegio, que luego tendría su mejor discípulo en Alberto Poletti y seguidores leales como el Negro Comizzo y el Mono Burgos. Siempre fue distinto. Un rebelde sin ruido, rápidamente advertido por Alberto J. Armando, que lo llevó a Boca con Gonzalito para secundar al Tano Roma y para dar la vuelta olímpica en ese año 62, desde el banco, un sitio que nunca debió ser para semejante ganador como nuestro invitado de lujo; NÉSTOR MARTÍN ERREA ¿o quién iba a ser, si no?

El Flaco pagó derecho de piso en la selección nacional y en sus primeros pasos bosteros, pero cuando se asentó fue ídolo en Colón de Santa Fe, mucho más en Peñarol de Montevideo (pavada de grande en esa época), y fue también una gigantesca seguridad para el último Estudiantes ganador de la Copa Libertadores ’70, cuando le agregó años de noble añejamiento a sus increíbles virtudes de arquero-guía-jugador, para que el mismo Zubeldía durmiera tranquilo con uno de sus primeros chiches preferidos.

Un día se fue a Grecia y no volvió más. Dos líneas mezquinas de un mezquino cable de agencia noticiosa nos informaron hace unos pocos años que había muerto lejos de su país y de sus orígenes deportivos. Pero dejó huella: una larga fila de imitadores y una polémica que hoy continúa en cada café. Alguna vez el fútbol argentino –y el mundial también, ¿por qué no?- harán justicia con el Flaco Errea, el padre de una raza. Industria bohemia. Calidad probada.

miércoles, 15 de abril de 2009

VOLVEMOS A TRANSMITIR


Corazón Bohemio vuelve a transmitir (ya lo habíamos hecho en realidad en el partido frente a Flandria) luego de un parate importante por problemas con la radio anterior y ahora volvemos pero desde un nuevo dial: AM 690 K-24. Vamos a trasmitir siempre media hora antes del comienzo de cada partido, con los relatos de Juan Rincón, los comentarios de Daniel Deluca, Facundo Errante desde estudios centrales y Raúl Larraburu (productor) hará campo de juego. Este Sábado arrancamos desde las 15 por AM 690 K-24, con el encuentro frente a Defensores de Belgrano. NO TE LO PIERDAS!!! acordate, sábado desde las 15 por AM 690 K-24 VUELVE CORAZÓN BOHEMIO!!!!!!!!

Sin rumbo...


Atlanta cayó como visitante por 2 a 0 frente a Tristán Suárez, en un partido correspondiente a la 35º Fecha del Campeonato. Los goles fueron convertidos por Noriega (9´PT) y por Guzmán (32´ST). El Bohemio finalizó el encuentro con 9 jugadores, por las expulsiones de Colombano y Kondratiuk. Con esta nueva derrota Atlanta sigue complicando sus chances de ingresar al reducido, donde hoy ocupa el 9º lugar en la tabla. La próxima fecha recibirá a Defensores de Belgrano, el sábado a las 15.30 en Villa Crespo. El partido será trasmitido por "Corazón Bohemio" desde las 15, por AM 690.

domingo, 12 de abril de 2009

Derrota que preocupa...


Atlanta cayó como local por 2 a 1 frente a Flandria en un partido correspondiente a la 34º Fecha del Campeonato. Leandro Guzmán abrió la cuenta para el Bohemio a los 21´del primer tiempo, sin embargo la visita igualó 8 minutos más tarde con un tanto de cabeza de Mazzulli, y a solo cinco minutos del final del partido Jorge Chiquilito puso el definitivo 2 a 1 para el Canario. Con esta derrota el Bohemio complicó sus chances de entrar en el reducido. La próxima fecha Atlanta visitará a Tristán Suárez, el martes 14/04 a las 15.30, buscando una victoria para reafirmar sus chances y recuperar el ánimo en sus hinchas, que insultaron y cuestionaron al técnico Rubén Agüero.

sábado, 11 de abril de 2009

ALDO pichón RODRÍGUEZ, Por Enrique Martín


Pisador. Es el adjetivo futbolístico que mejor lo definió. La pelota duerme bajo la suela y después rueda mansita hacia los cuatro puntos cardinales. Acaso demasiado hacia los laterales, es cierto, pero quién te quita el placer de recordar como bordaba la media cancha con habilidad y elegancia de bailarín de tango. Un lujo, Pichón. Otra joya de la abuela bohemia en una categoría, la de los pisadores, que casi ya no tiene discípulos. Se juega más rápido, se juega peor.

ALDO FERNANDO RODRÍGUEZ no aprendió a jugar en una escuelita como las de hoy. Cursó con sobresaliente dominando la bola sobre el piso adoquinado del Abasto, el gran estadio de Lavalle y Gallo, donde los piques se adivinaban o se intuían como en el ajedrez, y había que pensar cuatro jugadas, antes de matarla y resucitarla para poner un pase gol algo demorado en la gambeta con moñito y perfume francés.

Hijo de un verdulero boquense, Pichón arrancó a los diez años en el Baby de Villa Malcolm, y fue su padre quien lo depositó en Atlanta bajo las órdenes del inolvidable Mellizo y de Alberto Greco, para evitar que viajase a River, como ocurría con la mayoría de los destacados en la canchita de Córdoba y Thames. De ahí siguió viaje por todas las inferiores, siempre figura, siempre el rumor y el elogio de los habitués de inferiores: “No sabés como juega ese pibe, la tiene atada, aplastada, descosida”.

Y así aterrizó en la primera despuntando los veinte abriles durante el Nacional de 1970. Debutó contra Guaraní Antonio Franco, de Misiones, y se quedó a vivir como volante de creación hasta el 75, obviamente integrando el gran equipo del 73, donde alternó con Ribolzi, según el criterio de Pipo Rossi para cada partido. Pero nunca decepcionó. Nacido para el fútbol fino y la pirueta, no era cuestión de convertirlo en un kamikaze. Lo suyo era de orfebrería, no de corralón.

Brilló siempre como un elegido, y tal vez su obra cumbre la protagonizó en el escenario más amplio y anhelado por cualquier futbolista argentino. Pichón fue Gardel en el Monumental de River, una tarde inspirada en que le salieron todas y cada una de las jugadas que soñó desde los palotes eludiendo cajones de fruta. Los volvió locos sobre el pasto y los obligó a cacarear de admiración en la platea. Siempre fue bostero, y entonces era precisamente allí donde debía graduarse para siempre. Pero con la camiseta de Atlanta, la que vistió hasta 1975, amigo del alma de Elías y del Mudo, sus grandes admiradores.

Un año después era campeón de la Libertadores con Independiente y jugaba la final de la Intercontinental. Después Vélez, Bogotá, Medellín y el Atlético Quindío en su gira por Colombia sorteando muñecos y desplegando ese talento marcado a fuego, estirpe de potrero porteño, embajador de un juego que hoy vive en una vitrina y no está en venta para coleccionistas, reducidos a mirones de videos premium deluxe. Se retiró entre puteadas santafecinas, porque ¿a quién se le ocurre ser tatengue y después sabalero? A los 34 dijo basta. La suela estaba gastada, aunque nunca la inteligencia y el toque sutil.

Pichón enseñó un poco en El Porvenir junto con Osvaldo Cortés, otro grande de nuestra cantera. Todavía le queda pinta para lucirse en cualquier picado cuando se baja del taxi y muestra como duerme la pelota: a Mirta, su actual mujer, a sus hijas Natalia y Soledad, al nieto que llegó y a los dos que espera a la brevedad: familia y herederos del abuelo pisador.

jueves, 9 de abril de 2009

No Supo aguantarlo...


Atlanta cayó como visitante frente a Temperley por 2 a 1, en un partido correspondiente a la 33º Fecha del Campeonato. Sebastián Matos abrió la cuenta para el Bohemio a los 3 minutos del segundo tiempo con un tiro penal, Luego el Celeste igualó con un tanto de Almada Flores, también con un remate desde los 12 pasos, y cuando faltaban 3 minutos para el final Carreira puso el definitivo 2-1 para los locales.Con este triunfo Temperley corta una racha negativa de 32 años sin vencer como local a Atlanta. La próxima fecha el Bohemio recibirá en su estadio a Flandria, el sábado a las 15.30, y para ese partido Agüero no podrá contar con Leonel Natalicchio(que se retiró a los 7" de la primera etapa por una lesión en su tobillo) ni con Ortíz ni Palisi porque llegaron a la quinta amarilla.

sábado, 4 de abril de 2009

Roberto Salomone, Por Enrique Martín


La verdad, el rubio bajito y encarador llevaba dos años peleando cualquier puesto en la delantera, desde su vertiginoso debut en 1964 orillando los veinte pirulines. Meta y meta contra Mariscales y Hacha Bravas, sacando pecho en el área y cinco metros de ventaja en los piques por la raya, por izquierda o por derecha, nunca para los costados; un solo toque y a buscar la sortija esquivando la que viniera, sin arrugar ni esconderse. Tanto esfuerzo iba a tener premio bastante tiempo después, al compás de un grito de guerra que lo hizo famoso a él y al autor del amplificador a capella.

Los dos se unieron para siempre una tarde de otoño en Villa Crespo. Atlanta pasó por encima de Huracán con un 7-0 para el libro de records, y ROBERTO MARCELO SALOMONE estampó cuatro en el desinflado arco de los quemeros, mientras Raúl Sartés se desquitaba a puro pulmón desde la popular local bautizando el ¡Huuuuuyee! que precedería desde ahí cada corrida del mendocino; los tres que sumó versus Colón en el 5-0 dos semanas después; cada desborde y cada uno de los quince goles que el movedizo atacante conquistó durante la temporada 66, y al cabo los 41 que anotó en su exitosa campaña con los colores de Atlanta, incluyendo su vuelta en 1978, a los 34 años, después de una trajinada carrera de artillero en Racing, en Ferro y en el fútbol mexicano.

Los cansados hombros del Negro Raúl, hartos de repartir cajones de gaseosa a destajo, se tomaban franco cada domingo tribunero junto a su esposa Chiquita, seguidora y fiel, y al final también a la rastra con un hijo que salió del mismo palo, y menos mal, porque si no, le hubiese soplado un ¡Huuuuyee! de los suyos hasta los tablones de enfrente, no le quepa duda. Y al pibe no lo hubiera salvado ni Salomone, ni todos los soportes que el petiso tuvo como soportes de su voracidad romperredes, empezando por Puntorero y Fernández o por el Chacho Cabrera y el Loco Ochoa en los extremos, o por Perico Raimondo despachando pelotazos a medida desde el círculo central.

Todos confabulados para sorprender a Perfumo, a Navarro, a Cacho Silveira o al auténtico Cholo (Carmelo) Simeone, a contrapierna del insolente que tocaba y se iba, que picaba y picaba, que definía de una, y al cabo saludaba detrás del arco, en el atrio, después de la ceremonia iniciada con el alarido de Raúl, más estruendoso que la bocina de los trenes del San Martín que le disputaban la oreja al estadio con cada estallido tracción a sangre por culpa de Salomone, el “padre” del gritón también inolvidable.

El mismo ex jugador que encontramos una vez detrás del mostrador de una farmacia familiar, en Medrano y Díaz Vélez, de regreso y sin botines, pero con un millón de recuerdos que siempre desembocaban en la figura de Sartés, el presentador que compartió cartel en sus primeros minutos de gloria, un apodo que nunca se le despegará, y ese tramo de loca bohemia que vivimos hace más de cuarenta años, con el ¿Huuuuyee, Salomone! que adelantaba la avalancha, el gol, otra victoria bohemia.